miércoles, julio 26, 2006

Biblioteca - out


Biblioteca pública de Nueva York

"-¿Dónde voy a meter todos mis muebles? -exclamó Birotteau-. ¿Y mis libros, mi hermosa biblioteca, mis soberbios cuadros, mi salón rojo, todo mi mobiliario, en fin?
Y la desesperación del pobre hombre, que se veía trasplantado, por decirlo así, tenía algo tan candoroso, revelaba tan claramente la pureza de sus costumbres, su ignorancia de las rosas del mundo, que la señora de Listomère y la señorita Salomón le dijeron para consolarle, empleando el tono de las madres que prometen un juguete a sus hijos:
-¿Va usted a inquietarse por estas naderías? Nosotras le encontraremos una casa menos fría y menos negra que la de la señorita Gamard. Si no se encuentra alojamiento que le guste, una de nosotras le admitirá como pupilo en su casa. Ea, jugaremos un chaquete. Mariana va usted a ver al abate Troubert para pedirle su apoyo y verá usted como es bien recibido."

El cura de Tours - Honoré de Balzac

lunes, julio 17, 2006

Biblioteca - in


Biblioteca pública de Nueva York

"-¡Basta! -exclamó Virginia, dando con el pie en el suelo-. El arisco, el horrible y el ordinario lo es usted. En cuanto a lo de ladrón, bien sabe usted que me ha robado mis colores de la caja de pinturas para restaurar esa ridícula mancha de sangre en la biblioteca. Empezó usted por coger todos mis rojos, incluso el bermellón, imposibilitándome para pintar puestas de sol. Después agarró usted el verde esmeralda y el amarillo cromo. Y, finalmente, sólo me queda el añil y el blanco. Así es que ahora no puedo hacer más que claros de luna, que da grima ver, e incomodísimos, además, de colorear. Y no le he acusado, aún estando fastidiada y a pesar de que todas esa cosas son completamente ridículas. ¿Se ha visto alguna vez sangre color verde esmeralda...?"

El fantasma de Canterville - Oscar Wilde

lunes, julio 03, 2006

Maison


Maison mére des soeurs grises - Montreal (Canadá)

"La han dejado sola para que consuma sus fuegos, sus ardores, sus ganas de mujer. Las demás, su madre y sus hermanas, están adentro, durmiendo necesidades ya consumidas o apenas incipientes. Es ella la de la fantasía alterada, la que lleva y trae desconocidos hasta que la fuerza de su imaginación los acerca hasta tentarla y convertirlos en verdaderos duendes que circundan la casa, especialmente en tiempos de nieve, en días fríos, oscuros, que se aposentan en la carne hasta volver grises los cabellos. Pero ella no ha pasado por eso todavía. Puede observarse en el vidrio de la ventana. Es un vidrio sin arrugas, sin anticipo de grises, un vidrio transparente donde le gustaría sumergirse hasta traspasarlo."

Presentes anteriores - Sara Karlik